Daniel Lansberg-Rodriguez '13 on Constitutional Ramifications of Coups d'Etat (in Spanish)

Aguanta el Golpe

La terminología “golpe de Estado” es una traducción literal del francés “coup d’État”. Aunque el concepto de tomar el poder mediante la fuerza, o la amenaza de la fuerza, es bastante antiguo; esta caracterización en particular fue aplicada por primera vez a principios del siglo XVII, describiendo la brusca expulsión de María de Médici -madre del adolescente rey Luis XIII- de la corte francesa junto a sus partidarios. Este acontecimiento, que había sido cuidadosamente orquestado por el cardenal Richelieu, permitió al maquiavélico sacerdote, consolidar su control total sobre el Rey y el Estado.

Si bien la idea básica ha cambiado poco desde entonces, la modernidad ha visto un auge creativo respecto a las tácticas con las cuales los golpistas han buscado llegar al mismo resultado. Durante la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética, los golpes militares alcanzaron su apogeo de popularidad y frecuencia en África, Eurasia y América. Tan solo en el año 1964 hubo doce golpes de Estado, que derrotaron los gobiernos de más de 10% de los países entonces existentes; eso sin contar a numerosos golpes fracasados e intentos abortados

 Afortunadamente, hoy en día, tanto la frecuencia como el éxito de estos golpes han ido disminuyendo. En parte, esto es consecuencia de cambios geopolíticos que le han complicado el panorama a los nacientes gobiernos golpistas. Antes que cayera la Unión Soviética en 1991, cualquier gobierno que surgía de esa manera podía contar al menos con el apoyo y la legitimización por parte de una de las superpotencias. Es decir, durante la Guerra Fría, si Castro derribaba a Batista, un aliado de EEUU, el nuevo régimen tenía la certidumbre que podía contar con un amigo en la Unión Soviética. Mientras tanto, si Pinochet derrocaba a Allende, el nuevo régimen de Chile ahora sería apoyado por Estados Unidos y las potencias del Occidente.

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